El sistema de previsión social complementaria en España presenta importantes retos que limitan su capacidad para garantizar una jubilación estable y sostenible. Así lo expuso Mariano Jiménez Lasheras, presidente de la Organización de Consultores de Pensiones (OCOPEN), durante el V Observatorio de las Finanzas, donde analizó el estado actual del sistema de pensiones y las reformas necesarias para fortalecerlo.
Jiménez Lasheras resaltó la importancia de contar con un modelo de pensiones más equilibrado y diversificado. Subrayó, además, el impacto que han tenido las recientes reformas fiscales en la planificación del ahorro para la jubilación, así como la necesidad de fomentar la educación financiera y revisar los incentivos para impulsar la participación en los planes de pensiones.
Un modelo de previsión social complementaria insuficiente
Actualmente, el patrimonio de los planes de pensiones de empleo en España alcanza 130.000 millones de euros, lo que representa solo el 8,4% del PIB. Esta cifra contrasta significativamente con la media de la OCDE, que sitúa estos productos en el 58% del PIB.
Para Jiménez Lasheras, este dato refleja la baja implantación de la previsión social complementaria en el país, lo que pone en riesgo la estabilidad financiera de los futuros jubilados. La escasa participación en estos planes limita la capacidad de los trabajadores para complementar su pensión pública, lo que podría generar problemas económicos en un contexto de envejecimiento poblacional.
Impacto de las reformas fiscales en los planes de pensiones
Jiménez Lasheras analizó el efecto de las recientes reformas fiscales, que han favorecido a los planes de empleo en detrimento de los individuales. Sin embargo, advirtió que esta medida no ha logrado el impacto esperado, ya que la negociación colectiva no ha avanzado lo suficiente para extender estos planes en el ámbito empresarial.
La consecuencia ha sido una reducción en las aportaciones al tercer pilar (planes individuales), lo que evidencia la dificultad de realizar cambios estructurales en el sistema en el corto plazo. Además, sectores como el textil o la hostelería han priorizado mejoras salariales y condiciones laborales sobre la creación de planes de pensiones colectivos, lo que dificulta su desarrollo.
Educación financiera y mejores incentivos
Uno de los principales obstáculos señalados por Jiménez Lasheras es la falta de educación financiera en España. Según su análisis, muchas personas desconocen cómo funcionan los planes de pensiones o los beneficios que pueden aportar a su estabilidad económica en la jubilación.
Para solventar esta situación, propone el desarrollo de campañas de concienciación que expliquen de manera clara tanto el sistema de previsión social como los retos del sistema público de pensiones. Además, enfatiza la importancia de revisar los incentivos fiscales para fomentar la participación en estos planes.
En este sentido, plantea la posibilidad de introducir subsidios directos para ciertos trabajadores, lo que permitiría impulsar el ahorro a largo plazo y fortalecer la previsión social complementaria.
Un reto clave para la sostenibilidad del sistema
El análisis de Mariano Jiménez Lasheras pone sobre la mesa la necesidad de una reforma estructural y sostenible del sistema de pensiones en España. Sin un impulso real a la previsión social complementaria y una mejor integración de los tres pilares, el futuro del sistema podría enfrentar grandes desafíos.
En un contexto de cambios demográficos, reformas fiscales y desafíos económicos, la clave para garantizar pensiones adecuadas pasa por una mayor diversificación del ahorro, incentivos más eficientes y una mayor educación financiera.
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