Las claves si estás pensando en retrasar la jubilación

Retrasar la edad de jubilación es uno de los recursos que se pueden emplear para conseguir aumentar los ingresos durante la edad de retiro. Desde el medio Finanzas.com, Esther García López publica el reportaje ‘3 vías para cobrar más por la pensión de jubilación’. En el reportaje se incluyen los testimonios de Isabel Casares y Miguel Ángel Menéndez, secretaria general y vocal en la Junta de Gobierno de OCOPEN, respectivamente.

Tal como explica la periodista de Finanzas.com, el Gobierno ha incluido en la primera fase de la reforma de las pensiones una serie de incentivos con el objetivo de impulsar la jubilación demorada. El primero de esos incentivos es una subida de la pensión del 4 por ciento por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria de jubilación. Dicho porcentaje adicional se aplicará a la pensión que perciba mensualmente el resto de su vida. La segunda opción se basa en percibir un capital único por cada año de retraso, en función del importe de la pensión y la duración de la carrera de cotización. La tercera alternativa es una combinación de ambas opciones.

Para Miguel Ángel Menéndez, optar por una alternativa u otra «depende de la esperanza de vida una vez alcanzada la edad de jubilación demorada y del número de años cotizados«.

Considera que, si el valor actual actuarial del incremento del 4 por ciento sobre el importe de la pensión es mayor que el tanto alzado, “será mejor optar por la opción de la renta”. Sin embargo, si la salud de esa persona es delicada y la esperanza de vida no es muy alta, «será conveniente optar por el tanto alzado«.

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Los beneficios de retrasar el inicio de la jubilación

Por su parte, Isabel Casares destaca que: “Las empresas se benefician porque están exentas de pagar las cotizaciones por contingencias comunes de los trabajadores que retrasen la jubilación, salvo por incapacidad temporal”. Además, tendrán una reducción del 75 por ciento de la cotización durante la situación de incapacidad temporal de los empleados que hayan cumplido 62 años.

Los requisitos para poder optar a la jubilación demorada son: haber cotizado, como mínimo, 15 años a la Seguridad Social, tener menos de 70 años y tener cumplida la edad mínima de jubilación ordinaria para el año en curso.

¿A quién le interesa esta opción?

No a todos los trabajadores les compensa económicamente retrasar su jubilación. Si el poder adquisitivo del trabajador no se fuera a ver muy mermado al jubilarse, la mejor opción sería retirarse cuando llegue la edad legal, apunta Miguel Ángel Menéndez.

Por otro lado, “aquellos que realizan una actividad que les permite trabajar hasta los 70 años y los que no hayan cotizado a la Seguridad Social los años necesarios para llegar a cobrar la pensión máxima serían los más beneficiados de demorar su retiro”, señala Isabel Casares.

OCOPEN

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