Pacto de Toledo e hipotecas inversas
Cada vez está más claro que el Pacto de Toledo está en punto muerto. Entre que las elecciones catalanas eclipsan todo lo demás y que los aparentes buenos datos de empleo dan oxígeno al gobierno en minoría, casi nadie se recuerda de la necesidad de arreglar unas pensiones públicas cuyo déficit en 2017 se cifra en 1,8 % del PIB. Los temas urgentes demoran el trabajar en los importantes a largo plazo.
Resulta sorprendente el mensaje emitido desde el gobierno de que no hay que preocuparse puesto que aunque veamos telarañas en el fondo del arcón del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, siempre tendremos el crédito del Tesoro. Es como si una familia se come todo el saldo de las cuentas bancarias porque gasta más de lo que ingresa, pero que viven felices porque pueden usar la VISA TesORO para llegar a fin de mes. Increíble. ¿Quién devolverá el crédito cuando llegue a su vencimiento? ¿De dónde saldrá el dinero? ¿Esperamos que una recuperación milagrosa de la economía, y sobre todo del empleo y de las rentas salariales, nos proporcione las contribuciones suficientes como para devolverlo en tiempo y forma? ¿Lo consentirá Bruselas?
Así pues, la vida del ciudadano racional y realista pasa por ahorrar a largo plazo en planes de pensiones. Poco en los de tipo empleo, asignatura pendiente de este país, y más a través de planes individuales.
Manuel Álvarez
Secretario General de OCOPEN
0 comentarios