La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha publicado un estudio exhaustivo sobre el mutualismo administrativo en España, enmarcado en la primera fase del Spending Review 2022-2026. El análisis revela que el sistema actual presenta importantes márgenes de mejora en términos de eficacia, eficiencia y equidad.
España mantiene un modelo sanitario diferenciado para los funcionarios, lo que la convierte en una excepción entre los países con sistemas sanitarios universales financiados con impuestos. Mientras otras naciones han integrado los regímenes especiales de funcionarios en sus sistemas nacionales de salud, España conserva un sistema paralelo que combina provisión pública y privada.
En términos de eficacia, el estudio muestra que aunque solo un 24% de los mutualistas elige la modalidad pública, esta cifra se incrementa hasta el 70% en casos de hospitalización grave, y alcanza el 90% entre los menores de 40 años con enfermedades severas. Esto indica una preferencia revelada por la atención pública en situaciones complejas. Por otro lado, la provisión privada destaca por una mayor accesibilidad a determinadas especialidades y pruebas diagnósticas, aunque esta ventaja se traduce también en una frecuentación asistencial muy superior a la del SNS, sin que siempre esté justificada clínicamente.
Disfunciones significativas
Desde el punto de vista de la eficiencia, se identifican disfunciones significativas. El sistema privado mutualista incurre en costes más elevados, especialmente en la dispensación de medicamentos hospitalarios, que llegan a costar hasta seis veces más que en el sistema público. Además, el uso de medicamentos genéricos y biosimilares es menor en la modalidad privada. La fragmentación del sistema, junto con el escaso desarrollo de herramientas como la receta electrónica, dificulta una gestión integrada y eficiente.
En cuanto a la equidad, la adscripción obligatoria al sistema mutualista impide a muchos funcionarios acceder a las garantías del sistema público en igualdad de condiciones. Esta limitación resulta especialmente problemática para quienes optan por la modalidad privada, ya que quedan fuera de muchas prestaciones del SNS, lo que introduce diferencias relevantes respecto al resto de ciudadanos.
Reformas estructurales
Frente a este panorama, la AIReF propone dos reformas estructurales. La primera consiste en transformar el sistema actual en un régimen voluntario, permitiendo a los mutualistas decidir si quieren permanecer en el mutualismo o integrarse en el SNS. Esta medida permitiría racionalizar el modelo y generar ahorros tanto para las arcas públicas como para los propios funcionarios. La segunda propuesta es la incorporación progresiva de los nuevos mutualistas al Sistema Nacional de Salud, condicionada al refuerzo del sistema público, en particular en la reducción de listas de espera y la mejora de los recursos humanos.
Junto a estas reformas estructurales, se plantean medidas complementarias para fortalecer el sistema en su configuración actual. Estas incluyen la mejora de los sistemas de información, el impulso de la historia clínica digital, una mayor coordinación con el SNS, la evaluación de la adecuación clínica de la asistencia y la mejora en la gestión farmacéutica. Con este conjunto de propuestas, la AIReF busca avanzar hacia un sistema sanitario más coherente, eficiente y justo para todos los ciudadanos.
👉 Puedes acceder al informe completo en este enlace: Estudio sobre el mutualismo administrativo
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